Cualquier cosa que haga el bebe nos parece extraordinaria y es la inexperiencia y el miedo los que se apoderan de nosotras.
Y descubres que es algo natural. Que el bebe come cuando quiere, que hay que ofrecerle el pecho siempre, sin relojes a la vista y sobre todo,que hay que estar tranquilas.Y si puede ser solas, mejor. Por que dar pecho es algo íntimo. Y eso que yo, esto último no lo hacía, quizás por vergüenza y por que las visitas pensarán que era una "rara". Creo que debería haberlo hecho más.
En nuestro caso, con el "handicap" de las pezoneras, todo el mundo hablaba a nuestro alrededor. Que si la niña hace mucho esfuerzo y se cansa, que si vaya sacrificio, que si se está mucho rato en el pecho, que si ¿otra vez le vas a poner?, que si tiene hambre, que si no la tiene... son comentarios bienintencionados y que solo pretenden ayudar pero que no lo hacen en absoluto.
Si algo he aprendido en estos meses es a desarrollar ( o intentar al menos) una actitud de " escucho lo que me dices pero hago lo que quiero, por que aqui, la madre soy yo". Escucho tus consejos, tus opiniones y hasta tus criticas, pero no me pidas que te haga caso en todo, por que voy a hacer lo que mi intuición, mi hija y mi pareja y yo decidamos. Cuanto antes se desarrolle esta actitud, de verdad, mas feliz serás y cuanto antes.
Y aunque echo la vista atras a aquellos primeros días, en los que veo cansancio, tomas interminables,que se juntaban unas con otras, sobre todo a las noches...volvería una y mil veces a vivirlo. Por que la sensación de estar alimentando a tu bebe, con tu leche, es increible. Te hace sentir especial, poderosa, invencible. A pesar de las dificultades, de los dolores, de las grietas ( que no tuve), pero si de los no vaciados de pecho que dieron lugar a ingurgitaciones muy dolorosas...todo merece la pena.
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